Las naciones del mundo están en un constante cambio. Hemos atravesado uno de los momentos más difíciles de los tiempos modernos como consecuencia de la pandemia de COVID19. La manera actual en que las naciones se relacionan ha sido transformada para replantear lo que percibimos como dinámicas económicas y sociales “globalizadas”

 

Durante el auge de la globalización, las empresas multinacionales persiguieron un concepto llamado “off shoring” la cual significó la realocación de producción empresarial en países extranjeros de menores costos.  

 

Sin embargo, debido a la incertidumbre financiera internacional junto con la elevación de las tensiones políticas, algunas de estas compañías decidieron re localizar sus cadenas de suministro hacia poblaciones que fuesen más cercanas en distancia (nearshoring) pero que también resultasen en una reducción de costos. A medida que las tensiones políticas entre las principales economías ha aumentado, el concepto económico de “nearshoring” ha sido nuevamente transformado con la introducción estadounidense del concepto político “ally shoring” (o como algunos servidores públicos lo llaman, “friendly shoring”) Lo que implica es que las compañías estadounidenses deberían relocalizar su producción en naciones que son amigables con los Estados Unidos.  Si así fuese, una de las expectativas es que las democracias en Asia fuesen más propensas de intensificar sus lazos comerciales con Norteamérica y con Europa.

 

Durante la última década, ha habido más personas realizando viajes aéreos de un país a otro que en cualquier otro momento de la historia.  El número de pasajeros incrementó de 1.2 billones a 4.6 billones en un lapso de tan solo veinte años.  Naturalmente, la industria de las piezas aeronáuticas y de aerolíneas se ha desarrollado para satisfacer la demanda por obtener un espacio dentro de un avión.  La empresa estadounidense Boeing es uno de los principales diseñadores y fabricantes de aviones en el mundo.  Mediante una estrategia de “off shoring”, la compañía logró distribuir estratégicamente parte de su producción en decenas de países, consiguiendo establecerse como una de las empresas que más se benefició por un sistema económico globalizado. Sin embargo, las ventajas se han erosionado lentamente por el mismo factor que le brindó, en su momento, la posibilidad de reducir costos.  Algunos de los países en donde tienen operaciones han adquirido conocimientos y desarrollado las habilidades necesarias para diseñar y fabricar sus propios aviones.  La compañía para estatal COMAC (Commercial Aircraft Corporation of China) pronto producirá aviones muy similares al avión con más ventas de la compañía estadounidense, el Boeing 737.  Boeing deberá ahora lidiar con la entrada de un nuevo competidor en el mercado.  

 

En el ejemplo anterior, se expone una de las principales diferencias entre los conceptos económicos de “offshoring” con el concepto político de “ally shoring”.  El ally shoring no se focaliza únicamente en encontrar lugares donde el costo de producción sea competitivo, sino también, en asegurar que la nación receptora coincida con los valores y con la visión a largo plazo de la nación que traslada su operación.  Bajo este concepto, ¿Habría alocado de forma distinta su operación Boeing, antes de inintencionalmente habilitar la creación de un competidor? 

 

“We know as we’re investing there, we’re also creating a competitor.”

-Dennis Muilenburg, CEO de The Boeing Company.

 

El ally shoring también tiene como característica el manejar adecuadamente la Propiedad Intelectual, estableciendo una perspectiva orientada hacia la protección de la tecnología del inversor. En ese sentido, México ha destacado por su eficacia para evitar desacuerdos en materia de Propiedad Intelectual.

 

 Pongamos el caso de la industria automotriz.  México ha sido capaz de recibir, habilitar y desarrollar una industria con facultades de fabricar anualmente alrededor de 3 millones de automóviles.  Lejos de lo sucedido con Boeing en China, las empresas del sector automotriz en México han encontrado un lugar en donde se ha asegura la cautela de los procesos y métodos de manufactura específicos para cada compañía. Una de las consecuencias de esta favorable característica nacional es que la fuerza laboral empleada en la industria automotriz ha logrado desarrollarse para cubrir puestos de trabajo que requieren de cada vez más preparación técnica o académica. También, es cada vez es más habitual encontrarse con empresas extranjeras expandiendo sus posiciones de “back office” hacia en el territorio mexicano.  

 

El entendimiento entre los diversos actores de la sociedad (sociedad civil, empresa y Estado) en cuanto a la postura por la protección de la propiedad intelectual será un aspecto clave para desarrollar de manera efectiva, o no, las nuevas tendencias mundiales como lo son las plataformas de vehículos eléctricos que pronto sustituirán a las plataformas de vehículos tradicionales.

 

Contar con la fuerza laboral necesaria en los lugares ideales no es siempre una opción disponible.  Éste es uno de los retos que el ally shoring podría enfrentar conforme las compañías desarrollan e implementan procesos más sofisticados.  La movilización de procesos sofisticados y de alto valor hacia otra nación depende, en cierta medida, de la certidumbre que se pueda otorgar, especialmente en industrias que resultan indispensables de custodiar por sus altos riesgos hacia la seguridad nacional, como, por ejemplo, empresas de ciberseguridad, de energía y de salud.

 

Un aspecto adicional por considerar son los nuevos esquemas de trabajo remoto puesto que algunas compañías han adoptado esquemas laborales híbridos o completamente remotos a partir de la pandemia.  Esto forma parte de un fenómeno migratorio reciente en Norteamérica; la recepción de cientos de miles de trabajadores extranjeros residiendo en México.

 

¿Será México capaz de atraer y retener el talento de personas que ejecutan estos roles desde el interior del país?  ¿Existirá una dura competencia entre las compañías por contratar al talento que ya se encuentra realizando actividades de manera remota?  ¿La nación mexicana será capaz de facilitar y capitalizar este fenómeno migratorio al hacer un esfuerzo para promover y retener la estadía de estas personas?  ¿Sería también México un país competitivo en relación con la factibilidad de poder recibir procesos de alto nivel?

 

Actualmente, México no es un país que cuente con un porcentaje significativo de población nacida en otro país.   Alrededor de 1.5 millones de extranjeros viven en México, esto representa un poco menos del 1% de la población.  En contraste, el porcentaje de la población nacida en otro país de Estados Unidos es del 15% y en Canadá del 20%.  

 

Parecieran difíciles los retos a los que se enfrentan las compañías que buscan operar en México con personal nacido en otro país.  En parte, las regulaciones legales actuales en México limitan la capacitad para atraer personal extranjero.  El artículo séptimo de la Ley Federal del Trabajo en México indica:

 

“En toda empresa o establecimiento, el patrón deberá emplear un noventa por ciento de trabajadores mexicanos, por lo menos. En las categorías de técnicos y profesionales, los trabajadores deberán ser mexicanos, salvo que no los haya en una especialidad determinada, en cuyo caso el patrón podrá emplear temporalmente a trabajadores extranjeros, en una proporción que no exceda del diez por ciento de los de la especialidad…” 

 

Me parece que será importante la habilidad de los actores sociales para desprenderse de los asuntos internos e internacionales para visualizar y reaccionar estratégicamente a la tendencia por el ally shoring.

 

En Norteamérica se logra distinguir una valiosa oportunidad para intencionalmente posicionar a la región como un lugar de prosperidad aliada, distante del actual ambiente global turbio que ha provocado inesperados cambios en jefes de Estado, crecientes restricciones comerciales e importantes retos en la diplomacia internacional.

 

 

Adriel Flores: Consultor en Thomson Reuters.

Las prioridades de seguridad en America del Norte.

Dr Leonardo Curzio Gutiérrez

 

 

Bibliografía:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • La industria automotriz mexicana 2021 en cifras: datos y análisis. (2021). Cluster Indutrial. https://www.clusterindustrial.com.mx/noticia/4387/la-industria-automotriz-mexicana-2021-en-cifras-datos-y-analisis

 

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