La Poesía, el Amor y el Desamor

“Que nos salve la poesía del martirio del amor.”

– Pablo López Navarro.

 

La palabra poesía proviene del latín poēsis y es tan antigua como el propio lenguaje. No se sabe exactamente qué es ni cómo alguien es capaz de escribirla, solo surge de la inspiración del ser humano con el anhelo de expresar sentimientos o vivencias. Es otro lenguaje, o “un lenguaje dentro del lenguaje”, en el que el significado de las palabras es tan importante como su sonido. El mismo lenguaje te lleva en busca de inspiración o una musa, y por consiguiente el poema tome vuelo.

 

La musa más utilizada por los poetas es el amor. Un concepto abstracto pero al mismo tiempo experimentado por todos los seres humanos. Si bien siempre está rodeado por el romance, el sexo o el enamoramiento, el amor tiene un significado diferente para cada persona. Rilke definía al amor como la motivación que te lleva a reconocer tus defectos, trabajar en ellos y aceptar tu soledad, porque sólo así te puedes entregar como algo valioso para el ser amado. Por otro lado, para Cortázar es un sentimiento incontrolable que atraviesa al ser humano sin avisar, como lo menciona en Rayuela: “[…] como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio […]”. Otro ejemplo, Benedetti plantea, en su poema Táctica y Estrategia, que el amor es un juego de seducción en el que se tiene que andar con prudencia, para lograr el objetivo deseado: el poder probar las interioridades de la persona amada.

 

La experiencia personal con respecto al amor ha llevado a la creación de grandes obras poéticas, pues si bien cada vivencia es única, la pasión e intensidad que se padece es compartida. Sin embargo, no es el único sentimiento que se puede compartir, el desamor, antítesis del amor e igualmente fuerte, ha sido motor e inspiración de varios autores. Es un sentimiento que siempre viene acompañado de nostalgia, tristeza, soledad y pérdida; es mucho menos abstracto, más reconocible y, por ende, mucho más expansivo. La gente empatiza a la perfección cuando se le habla de desamor y siente compasión al notarlo en los ojos de alguien ajeno. Es un sentimiento universal, que viene siempre detrás del amor, el cual no solo es intenso sino también mucho más duradero; así como lo expresa Neruda: “es tan corto el amor y tan largo el olvido”.

 

Este desamor, sentimiento potente de soledad y pérdida es la inspiración detrás de De Desamores y sus Dolores. Libro que escribí con la intención de no perder lo cuerdo y de plasmar la forma en cómo hoy vivo el desamor; para que la gente que vive la nostalgia sepa que no está sola y nos acompañemos en este largo camino del olvido. Espero, con este proyecto, hacer la pena mucho más liviana al hacerla compartida y poner mi granito de arena al diálogo para que el romanticismo nunca muera.

 

  • Pablo López Navarro.

 

Bibliografía:

 

 

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