Por: Javier Vega Urreta*

 

Con el fin de la era Trump muchos respiraron aliviados, pero las consecuencias de su mandato seguirán marcando a Estados Unidos durante años.

 

Su retórica polarizó a los estadunidenses, quienes hoy están separados por profundas diferencias políticas e ideológicas. Tanto que el nuevo presidente, Joe Biden, asumió como su principal reto esa división.

 

Por eso ha insistido en su llamado a la unidad y la reconciliación. Lo hizo desde su primer discurso, en medio de un operativo de seguridad sin precedentes, necesario ante un peligroso caldo de cultivo: el odio entre facciones que genera violencia.

 

Esa tensión tuvo su peor momento el 6 de enero, cuando seguidores de Trump entonaban cantos patrióticos al tiempo que atacaban el Capitolio. Animados por las palabras de su líder, quien sostuvo su denuncia de un fraude electoral hasta el final. Algo que nunca pudo probar.

 

Ese es el telón de fondo. Así llegó Biden al poder, a liderar un país “polarizado, pesimista y doliente”. Adjetivos que titulan una reciente encuesta de NBC News, donde además, siete de cada diez personas creen que el país seguirá dividido en los próximos años. Parece una misión imposible…

 

Pero al observar las últimas mediciones, hay un tema donde las respuestas de los estadunidenses parecen superar las diferencias. Se trata, también, del otro gran reto de la administración Biden: el manejo de la pandemia.

 

Un sondeo de ABC/Ipsos reveló que el 69 por ciento de la población aprueba las acciones de la nueva administración contra el coronavirus. Las opiniones positivas se elevan hasta cuatro de cada cinco (81 por ciento) con el mandato federal de utilizar cubrebocas.

 

En ese porcentaje están casi todos los demócratas, pero también una mayoría de quienes no votaron por él, incluyendo a los independientes. Eso en un país donde las encuestas sobre temas políticos suelen mostrar a una nación casi partida a la mitad.

 

Esa puede ser la clave para Biden: el nuevo presidente podría unir al país, al tiempo que enfrenta el reto monumental de la pandemia. En eso lo apoyan, ¡hasta los republicanos! Una enorme oportunidad política en un país donde, por increíble que parezca, millones aún creen que su victoria fue ilegítima.

 

Quizá por eso, la Casa Blanca ha acelerado la toma de decisiones en materia de salud y espaciado otras que serían más polémicas. Caso concreto: algunas aristas del fenómeno migratorio. En el citado sondeo de ABC/Ipsos, cuando se pregunta sobre el programa DACA o la ciudadanía a los indocumentados en general, los porcentajes caen nuevamente a los cincuentas.

 

Y si bien se trata de asuntos álgidos, que fueron parte del discurso divisorio del ex presidente Trump, su sucesor no podrá evadirlos. Biden tiene su palabra empeñada y deberá encontrar la fórmula para cumplirla, aún en plena cruzada por la unidad. Difícil, pero no imposible.

 

*Egresado de la Licenciatura en Comunicación

Corresponsal de Noticias Telemundo en Washington D.C.

 

 

 

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